domingo, 14 de octubre de 2012

Pensar.



Necesito pensar. O al menos darle algo a mi cabeza en lo que pensar. Pensar en todo. Quizás pensar en nada.  Pensar en las risas. Pensar en lo feliz que era. Pensar en todas las historias que me contabas.

Mi mente piensa en todo eso, pero también piensa en otras muchas cosas.

Piensa en las lágrimas. Piensa en todas las veces que te ha echado de menos. Piensa en aquel martes de septiembre en el que te dijimos adiós. Piensa en que ya no estás aquí y no hay manera de remediarlo. Piensa en que te has ido para no volver.

Pero ahora tengo que decirle a mi cabeza que piense en positivo, hay que mirar hacia delante, porque allá donde estés, sé que me guiarás y que me apoyarás en todo lo que haga en mi vida, tal y cómo lo has hecho hasta ahora. No hay día que no recuerde alguno de tus muchos y sabios consejos. Muchas gracias por todo, abuelo.

“Por donde quiera que vayas en la vida, que tengas siempre una mano amiga”  
Ramón el Catalán. 1914-2012.

Miss Ignorance.